La acidez de las aguas costeras de la Antártida podría duplicarse para finales de este siglo, amenazando la supervivencia de ballenas, pingüinos y cientos de otras especies que habitan el Océano Austral. Según una investigación de la Universidad de Colorado Boulder, los científicos pronostican que para 2100, los 200 metros superiores del océano podrían experimentar un aumento de más del 100% en la acidez. Esto se debe a que el agua de mar se vuelve más ácida a medida que se disuelve más CO2 en los océanos. El Océano Austral, que rodea la Antártida, es particularmente susceptible a la acidificación debido a su agua más fría y las corrientes oceánicas de la zona. La acidificación del océano no solo afecta a la capa superior, sino que también podría afectar a toda la columna de agua, incluyendo el fondo del océano. Además, las áreas marinas protegidas de la Antártida también experimentarán una acidificación significativa para finales de siglo. Estos cambios podrían alterar la red alimentaria marina y afectar a los principales depredadores, como las ballenas y los pingüinos. El estudio destaca la importancia de reducir las emisiones de CO2 para evitar una acidificación grave del Océano Austral.
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