Las compañías Energinet y National Grid han puesto en marcha el cable interconector HVDC Viking Link, que une las costas británicas de Lincolnshire con la península de Jutlandia en Dinamarca. Con 765 km de longitud, Viking Link se convierte en el cable eléctrico terrestre y submarino más extenso del mundo. Este interconector permitirá el intercambio de energía renovable entre ambos países, incluyendo la generada por el sol, el viento y el agua. Además, evitará grandes emisiones de dióxido de carbono y surtirá de energía a cientos de miles de hogares. La inversión para su construcción fue de 1.700 millones de libras y se espera que opere a 800 MW, llegando a 1,4 GW en el futuro. National Grid estima que durante su primera década, el cable permitirá a los consumidores británicos ahorrar más de 500 millones de libras y evitará la emisión de alrededor de 600.000 toneladas de dióxido de carbono. Viking Link es una pieza importante en la transición ecológica del sistema energético, permitiendo a Dinamarca vender energía verde a un nuevo mercado y al Reino Unido abastecerse cuando no haya viento en casa. Esta conexión fortalecerá la seguridad energética de ambos países y ayudará a cumplir los objetivos de cero emisiones netas para 2050. Viking Link es el sexto cable interconector de National Grid, que ya cuenta con conexiones con Francia, los Países Bajos, Bélgica y Noruega. Aunque Viking Link destaca por sus dimensiones, existen otros proyectos aún más ambiciosos en el ámbito de los cables submarinos, como el 2Africa y el EuroAsia Interconnector.
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