El Juzgado de lo Social número 15 de Barcelona ha concedido una incapacidad permanente absoluta a una empleada en manipulación de alimentos que sufre de fibromialgia severa, fatiga crónica y ansiedad. La demandante, de 40 años, fue diagnosticada en 2020 y solicitó la baja laboral. A pesar de los informes médicos que indicaban su incapacidad para realizar tareas físicas, el INSS ordenó su alta laboral y rechazó su petición de incapacidad. Sin embargo, la justicia ha dado la razón a la trabajadora, destacando las limitaciones que presenta debido a sus patologías. Los peritos médicos señalan que estas enfermedades son crónicas e irreversibles, por lo que el juzgado ha concedido la incapacidad permanente absoluta.
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