La Dirección General de Tráfico ha desplegado un total de 2.820 radares en todo el territorio español, según el II Observatorio de Radares. Dentro de esta cifra se incluyen distintos tipos de radares destinados a la fiscalización y control vehicular. Los radares de tramo han ganado importancia y presencia en las carreteras de España en los últimos años. A diferencia de los radares fijos o móviles, que miden la velocidad en un punto específico, los radares de tramo realizan el cálculo de la velocidad promedio del vehículo en un segmento de varios kilómetros. Con un límite establecido de 90 kilómetros por hora, el exceso de velocidad detectado por este dispositivo puede dar lugar a sanciones económicas que alcanzan los 600 euros y, dependiendo del grado de la infracción, se puede incurrir en la detracción de puntos del permiso de conducción. Los conductores tienen a su disposición diversas aplicaciones móviles que informan sobre la localización precisa de los radares, lo que ayuda a evitar infracciones y fomenta la conducción responsable en las vías.
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