A lo largo de las décadas, los televisores han ido aumentando su tamaño, pero ahora se están enfrentando a problemas de espacio físico. Los televisores de 65 pulgadas o más grandes pueden ser difíciles de transportar en ascensores y pueden no caber en las paredes de nuestras casas. Además, la distancia desde la que se ve la televisión también es un factor importante a considerar. A medida que los televisores se vuelven más grandes, es posible que no podamos apreciar completamente la calidad de imagen debido a la distancia y al ángulo de visión. Aunque todavía hay margen para el crecimiento, es probable que en algún momento se alcance un límite. Es posible que tengamos que buscar alternativas, como proyectores o televisores enrollables, o centrarnos en mejorar la resolución y la tecnología de imagen. La realidad virtual también podría ser una opción, aunque actualmente es demasiado aislante para reemplazar a los televisores en términos de visualización de contenido en grupo.