Europa se debate entre dos fuerzas: quienes apuestan por el salto al eléctrico sin contemplaciones y quienes aspiran a que el combustible sintético se convierta en una realidad para nuestro día a día. Porsche, en particular, está desarrollando combustibles sintéticos y ha demostrado que sus efuel son tan funcionales como la gasolina tradicional. Además, Porsche asegura que sus combustibles sintéticos podrán utilizarse en los propulsores de sus vehículos más antiguos, alargando su vida útil y asegurando que se puedan mantener activos con el paso de los años. Esta estrategia le permitirá diversificar el negocio y sacar aún más rendimiento a sus motores de combustión, ofreciendo modelos exclusivos a un precio muy alto para clientes a los que les dará igual el coste del combustible. Si bien la mayoría de los fabricantes se centran en los coches eléctricos, Porsche ve una oportunidad en los combustibles sintéticos y espera que el 80% de sus ventas en 2030 sean eléctricas. Sin embargo, la combustión seguirá siendo una opción para modelos exclusivos. Con esta estrategia, Porsche busca aumentar su margen de beneficios y vender un mayor volumen de ediciones especiales. En definitiva, Porsche se ha empeñado en salvar el motor de combustión en pleno auge del coche eléctrico.