La cumbre climática de la ONU, conocida como COP, es un proceso tedioso y lento, pero ha logrado avances significativos en la lucha contra el cambio climático. El Acuerdo de París, uno de los tratados ambientales más efectivos, fue un triunfo de la COP. Sin embargo, el acuerdo es voluntario y carece de consecuencias legales. Algunas naciones insulares están buscando cambiar esto y están pidiendo objetivos jurídicamente vinculantes para reducir la contaminación climática. Aunque hay dudas sobre la eficacia del proceso, la COP sigue siendo un foro importante donde los países pueden negociar sobre un tema de gran importancia. A pesar de sus limitaciones, la COP ha logrado alterar la trayectoria de las emisiones de gases de efecto invernadero y ha ejercido presión sobre los gobiernos para tomar medidas. Sin embargo, algunos argumentan que la COP es demasiado lenta y aporta poco en comparación con la urgencia del cambio climático. A medida que el mundo se acerca al umbral de 1,5 grados centígrados de calentamiento global, se necesita más ambición y acción para evitar un mundo inhabitable. Aunque el proceso de la COP puede haber fracasado en algunos aspectos, es necesario encontrar una solución para abordar el cambio climático.