Los huracanes están descontrolándose, y su impacto en las costas es cada vez más evidente. En este contexto, la DARPA ha iniciado un proyecto innovador llamado Reefense, que busca proteger las bases costeras de Estados Unidos mediante murallas orgánicas de ostras y corales.
El huracán Michael en 2018 mostró la vulnerabilidad de las bases militares, causando daños millonarios. A raíz de esto, DARPA destinó 67,6 millones de dólares para investigar soluciones que mitiguen los efectos de las olas y el viento. La idea es crear estructuras que no solo desvíen la energía del agua, sino que la absorban.
El prototipo de la Universidad Rutgers consiste en una muralla de 50 metros de ancho, formada por módulos de hormigón que, al ser colonizados por moluscos, pueden absorber hasta el 90% de la energía de las olas. Este enfoque es más sostenible que los muros de hormigón tradicionales, que se desgastan con el tiempo.
En climas cálidos, los arrecifes de coral son esenciales para dispersar la energía marina. La Universidad de Hawái está desarrollando arrecifes artificiales que fomenten la colonización de corales, aunque enfrentan retos como enfermedades y el tiempo de crecimiento de estas estructuras.
El proyecto Reefense no solo busca soluciones para el ejército, sino que también tiene potencial para aplicaciones civiles. Con el aumento de las tormentas y el nivel del mar, la necesidad de alternativas a los muros de contención tradicionales es más urgente que nunca.
Imagen: Coral Restoration (2), Rutgers, Makai Ocean Engineering