La borrasca Kirk ha sorprendido a los meteorólogos, arrastrando un importante río de humedad hacia el noroeste de la península. Aunque el índice de rareza de este evento meteorológico es alto, los expertos advierten que no será excepcional. Sin embargo, lo que realmente preocupa es su llegada en la primera quincena de octubre.
En esta época, los árboles aún están cargados de hojas, lo que puede generar problemas significativos. Desde Galicia, ya se han reportado caídas de ramas y árboles que han afectado infraestructuras como calles y colegios. Aunque la intensidad de los vientos disminuirá, el impacto inicial será fuerte.
Además, la falta de limpieza y adecuación de las áreas afectadas puede agravar la situación. Las precipitaciones se encontrarán con material orgánico que bloqueará las vías de evacuación, aumentando el riesgo de inundaciones. El meteorólogo Emilio Rey ha señalado que estos fenómenos tienen un periodo de recurrencia, y aunque no ocurren todos los años, es probable que se repitan.
La memoria meteorológica de la población es corta, lo que lleva a la creencia de que estos eventos no volverán a ocurrir. Sin embargo, la realidad es que el cambio climático está intensificando el impacto de las tormentas en nuestro territorio, lo que podría hacer que estos problemas sean más frecuentes en el futuro.
Imagen: Mick Haupt