Aprobar el examen de conducir en España no es una tarea sencilla. Primero, los aspirantes deben superar el examen teórico, que consta de 30 preguntas, donde solo se permiten tres errores. Después, deben enfrentarse al examen práctico, que muchos consideran el más complicado.
Un gran número de jóvenes, al cumplir 18 años, se lanzan a obtener su permiso de conducir. Sin embargo, muchos tardan años en conseguirlo, y otros deciden abandonar el proceso. En 2019, más de 560.000 personas lograron obtener el permiso B de conducir, según la Asociación Profesional de Empresas Formadoras en Logística, Transporte y Seguridad Vial.
Sin embargo, los datos revelan que solo el 44,7% de los examinados superó la prueba teórica en su primer intento, mientras que solo un 27% logró aprobar la prueba práctica a la primera. Esto pone de manifiesto la dificultad que enfrentan los aspirantes.
Un estudio reciente indica que el País Vasco es la comunidad autónoma donde más se suspenden los exámenes de conducir. El promedio de aprobados en la prueba teórica es de 1,5 intentos, y en la práctica, más de dos. Los estudiantes vascos justifican sus suspensos en la falta de atractivo en las formas de enseñanza vial.
Estos datos son alarmantes y reflejan la necesidad de mejorar la formación y el enfoque en la enseñanza de la conducción en diversas comunidades autónomas, incluyendo Madrid, Cataluña, Comunidad Valenciana, Andalucía y Galicia.
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