La lengua azul, una enfermedad vírica que afecta a rumiantes, ha generado gran preocupación en el sector ganadero de Extremadura. Rafael Chávez, un ganadero extremeño, expresó su impotencia ante la situación, destacando que, tras una buena primavera y precios históricos de venta de corderos, ahora enfrentan un desastre. La enfermedad, transmitida por mosquitos, ha sido detectada en varios focos en España, especialmente el serotipo 3, que causa síntomas severos y alta mortalidad en ovinos.
La Organización Mundial de Sanidad Animal (WOAH) ha advertido sobre el impacto de la lengua azul, que ha afectado gravemente al ganado en el pasado. En 1956, un brote en España y Portugal resultó en la muerte de miles de ovinos. Actualmente, la enfermedad se ha extendido a varias regiones, con el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) informando sobre casos en Girona, Mallorca, Badajoz y Huelva.
La situación es crítica, ya que el serotipo 3 es especialmente peligroso, con una mortalidad que puede alcanzar hasta el 25% en ovinos. Ante esta amenaza, el Gobierno ha adquirido 655.000 dosis de vacuna y ha destinado 15 millones de euros para apoyar a los ganaderos afectados. Sin embargo, la preocupación persiste, ya que muchos ganaderos han comenzado a perder animales y temen por la campaña de Navidad, crucial para el sector.
Los ganaderos de Extremadura, que esperaban una buena temporada, ahora enfrentan un futuro incierto. La falta de vacunas y la propagación de la enfermedad podrían afectar gravemente la producción de corderos, especialmente en un momento clave como el otoño. La situación exige medidas rápidas y efectivas para contener la enfermedad y proteger a los ganaderos de la región.
Imagen: Xataka
