El transporte de mercancías a nivel global depende en gran medida del transporte marítimo, con más del 80% del comercio mundial moviéndose por mar. Este sistema, aunque eficiente, es vulnerable a crisis geopolíticas y problemas logísticos. Recientemente, un vídeo viral mostró la congestión en el puerto de Singapur, un punto clave en la Ruta Marítima de la Seda.
La ubicación estratégica de Singapur lo convierte en un nodo vital para el comercio, gestionando una quinta parte de los contenedores mundiales y la mitad del suministro de petróleo crudo. Sin embargo, la crisis en el Mar Rojo y el aumento de conflictos en la región han llevado a un incremento en el número de barcos amontonados en sus aguas. Este fenómeno no es nuevo, pero resalta la fragilidad de la cadena de suministro global.
El puerto de Singapur también se destaca como la mayor gasolinera oceánica, con un récord de ventas de combustible en 2023. La congestión no solo se debe a la crisis geopolítica, sino también a la alta demanda de servicios de bunkering y la necesidad de una coordinación precisa entre barcos y puertos.
La situación ha llevado a un aumento en la actividad de otros puertos, como Algeciras, que ha visto un crecimiento del 20% en el suministro de combustible. Esto refleja cómo los problemas en un punto clave pueden tener repercusiones en todo el sistema de comercio global. A medida que la congestión en Singapur aumenta, la dependencia de este puerto resalta la vulnerabilidad del comercio marítimo y la necesidad de diversificar las rutas y puntos de abastecimiento.