Los superdeportivos son un atractivo objetivo para los ladrones, lo que lleva a sus propietarios a instalar sistemas de localización GPS. Sin embargo, un caso reciente demuestra que hay métodos alternativos para recuperar un coche robado. Un propietario de un Ferrari 812 GTS de 2023, valorado en 575.000 dólares, encontró una solución inesperada: unos AirPods olvidados en su vehículo.
La historia comenzó cuando el millonario de Greenwich, Connecticut, denunció el robo de su coche. Al hablar con la policía, mencionó que creía haber dejado sus auriculares de Apple en la guantera. Esto resultó ser crucial, ya que los AirPods estaban vinculados a su cuenta de Apple, lo que le permitió utilizar la función Find My para localizar su coche.
La aplicación de Apple permite rastrear dispositivos vinculados en un mapa, incluso si están fuera del alcance de Bluetooth. Solo necesita que un dispositivo Apple se acerque al objeto perdido. Gracias a esta tecnología, los agentes de policía pudieron seguir la ubicación indicada por la aplicación, que los llevó a una gasolinera en Waterbury, donde encontraron a los ladrones.
Los sospechosos, conocidos por la policía local, intentaron huir, chocando el Ferrari contra un coche patrulla. Irónicamente, uno de los ladrones dejó su iPhone en el vehículo, lo que facilitó su detención sin necesidad de una persecución. Este incidente resalta cómo la tecnología de localización puede ser un aliado inesperado en la lucha contra el robo de coches.
No es la primera vez que la tecnología de Apple ayuda a recuperar vehículos robados. Recientemente, un canadiense recuperó su coche gracias a un Airtag que había escondido en su interior. Este tipo de dispositivos se están convirtiendo en herramientas valiosas para los propietarios de coches de lujo.
Imagen: Ferrari