Lo que para una generación puede parecer obvio, para la siguiente puede generar dudas. Hoy en día, las diferencias laborales son notorias, especialmente en la generación Z. Muchos jóvenes están abandonando la formación universitaria y la tecnología, optando por lo que se conoce como profesiones manuales.
Una de las razones de este cambio es la desconfianza hacia la inteligencia artificial. Aunque algunos creen que esta tecnología cambiará el mundo, otros piensan que podría ser una burbuja. Se teme que la IA arrase con muchos empleos, especialmente en campos creativos. Sin embargo, los trabajos manuales parecen estar a salvo, ya que una IA no puede sustituir a un buen carpintero o albañil.
Este “regreso a la realidad” ha transformado los deseos de los jóvenes, que buscan estabilidad laboral. La educación universitaria, con sus altos costes y la incertidumbre de un futuro laboral, ya no es tan atractiva. Además, la salud mental y el tiempo libre son prioridades para la generación Z. A diferencia de generaciones anteriores, que valoraban el estatus social, los jóvenes actuales prefieren trabajos que les permitan tener un equilibrio entre la vida personal y profesional.
En resumen, la generación Z está redefiniendo el concepto de éxito laboral. Optar por un oficio manual no solo les ofrece estabilidad, sino también un estilo de vida que prioriza su bienestar.
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