Un reciente informe de Greenpeace revela que, durante el año pasado, al menos 27.122 jets privados aterrizaron en los aeropuertos españoles. Esta cifra representa el 23% de todos los vuelos privados en Europa, posicionando a España como el segundo país europeo con más tráfico de jets privados, solo superado por Francia.
El estudio, realizado por T3 Transportation Think Tank, destaca que las emisiones de un solo trayecto de un jet privado equivalen a la huella de un ciudadano europeo durante un año entero. En total, se estima que en Europa se registraron 117.965 vuelos de jets privados, con una gran concentración en destinos turísticos del Mediterráneo, como Niza y Palma de Mallorca.
Los datos indican que el 93,2% de estos vuelos son de corta distancia, recorriendo menos de 250 kilómetros. En conjunto, los jets privados en Europa generaron 526.071 toneladas de CO2, lo que equivale al consumo anual de más de 100.000 hogares europeos.
En España, los aeropuertos más afectados incluyen Palma de Mallorca, Ibiza, Málaga y Barcelona, que concentran la mayoría de los vuelos privados. Las emisiones de los 27.122 vuelos en jets privados a destinos vacacionales españoles alcanzaron unas 134.000 toneladas de CO2, equivalentes a las emisiones anuales de aproximadamente 89.300 coches.
La ruta más frecuentada hacia España fue la que conecta Niza con Eivissa, seguida por las rutas a Palma de Mallorca y París. Greenpeace advierte que la huella del turismo de lujo es preocupante y que los jets privados son un medio de transporte desigual y contaminante. Por ello, la organización reclama la prohibición de estos vuelos y la implementación de un impuesto a los multimillonarios para financiar iniciativas de movilidad sostenible.
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