Han pasado casi cuatro meses desde el cuarto vuelo de Starship. El 6 de junio, el Booster 11 despegó a la hora programada, se separó de la Ship 29 sin inconvenientes y se colocó en vertical para amerizar en un punto previsto del Golfo de México. Ese mismo día, Elon Musk tuiteó: «Creo que deberíamos intentar atrapar el cohete con los brazos de Mechazilla en el próximo vuelo».
Starship es el cohete más grande de la historia. Consta de dos etapas: el propulsor (booster) Super Heavy de 70 metros de altura y la nave (ship) Starship de 50 metros. Ambas están pensadas para aterrizar por su cuenta, llenarse nuevamente de combustible y volver a volar en unas pocas horas.
Sin embargo, el Super Heavy no está diseñado para posarse sobre el suelo durante la maniobra de aterrizaje. SpaceX ha prescindido de las patas retráctiles, un componente clave de su actual cohete Falcon 9, porque añadirían demasiado peso. Para maximizar la reutilización, el propulsor de la Starship será atrapado con dos brazos robóticos gigantes apodados chopsticks.
El plan para el vuelo 5 de Starship es lanzar el cohete y esperar a la separación de etapas. Si todo sale bien, el propulsor volverá automáticamente a la plataforma de lanzamiento para ser atrapado. Una vez sobre la torre, el propulsor encenderá sus motores y se colocará junto a Mechazilla, que cerrará sus brazos para atrapar el cohete al vuelo.
SpaceX ha construido una segunda torre en sus instalaciones de Starbase, que estará lista para lanzar una Starship en algún momento. Los cohetes que se usarán en el vuelo 5 han superado varias pruebas y están listos para volar. Sin embargo, la Starship no podrá despegar hasta finales de noviembre, a la espera de la licencia de vuelo de la Administración Federal de Aviación (FAA).
El retraso en la licencia ha enfurecido a Elon Musk, quien ha iniciado una guerra dialéctica contra la FAA y el gobierno de Estados Unidos. SpaceX tiene que aumentar la cadencia de lanzamientos de Starship para cumplir con su compromiso de aterrizar en la Luna para la NASA.
La actividad en Starbase no ha parado. SpaceX ha rescatado el Booster 11 del vuelo 4 y ha hecho pruebas con los brazos mecánicos de Mechazilla. Sin embargo, no veremos a ninguna Starship despegar hasta que la licencia de vuelo esté aprobada.
Imagen: SpaceX