Los huracanes han evolucionado debido al cambio climático, intensificándose más rápido y generando lluvias y marejadas ciclónicas más grandes. La preparación ante estas tormentas debe adaptarse a esta nueva realidad. Jaclyn Rothenberg, de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias, advierte que la percepción de los huracanes debe cambiar. La rápida intensificación de estos fenómenos meteorológicos deja a las personas con poco tiempo para evacuar, lo que puede resultar fatal.
Más del 90% del calentamiento global de los últimos 50 años se ha producido en los océanos, lo que alimenta la energía de los huracanes. Esto ha llevado a que los residentes costeros se refugien en sus hogares, a menudo sin la preparación adecuada. Samantha Montano, investigadora de desastres, señala que no se han dedicado suficientes recursos para educar al público sobre cómo refugiarse de manera efectiva.
Además, es crucial prepararse para otros desastres extremos que pueden ocurrir tras un huracán. Andrew Kruczkiewicz, investigador de la Universidad de Columbia, sugiere que las personas deben abastecerse de alimentos no perecederos y artículos básicos, ya que la ayuda puede tardar más de lo esperado. También es importante conocer los refugios disponibles en la comunidad.
Las categorías de huracanes, basadas en la velocidad del viento, no reflejan el verdadero impacto de la tormenta. Las tormentas de categoría 1 pueden causar inundaciones severas y marejadas ciclónicas. Por lo tanto, es vital que las personas reconsideren su percepción de estas tormentas y se preparen adecuadamente.
Finalmente, es esencial obtener información de fuentes confiables. Njoki Mwarumba, profesor de gestión de emergencias, enfatiza la importancia de escuchar a los administradores de emergencias locales y seguir las actualizaciones del Centro Nacional de Huracanes. La preparación y la información son clave para enfrentar los huracanes en esta nueva era.
Imagen: CNN