La Inspección de Trabajo ha intensificado su vigilancia sobre las empresas que no cumplen con los límites establecidos para las horas extraordinarias, comenzando a imponer sanciones que pueden alcanzar hasta los 7.500 euros. Esta medida responde al incremento de denuncias y controles sobre el abuso de las horas extra no pagadas o no compensadas con descansos adecuados.
Según la legislación laboral española, los trabajadores no pueden realizar más de 80 horas extraordinarias al año, salvo excepciones. Las horas extra deben ser compensadas con tiempo de descanso o con un pago adicional, según lo estipulado en el convenio colectivo o el contrato de trabajo.
Con la nueva jornada de 37,5 horas, la Inspección de Trabajo tendrá acceso remoto a los registros horarios de las empresas, permitiendo conocer la jornada real de los trabajadores sin necesidad de personarse en el centro de trabajo.
Las sanciones por incumplimiento oscilan entre 750 y 7.500 euros, dependiendo de la gravedad y reincidencia de la infracción. Esta iniciativa busca proteger los derechos de los empleados, quienes a menudo se ven forzados a trabajar más horas de las acordadas sin recibir una retribución justa.
La Inspección de Trabajo ha reforzado sus mecanismos de control, especialmente en sectores donde el abuso de horas extraordinarias es común, como la hostelería, la construcción y el comercio. Desde mayo de 2019, las empresas están obligadas a llevar un registro diario de la jornada laboral, lo que permite un mayor control sobre las horas trabajadas.
La implementación de sanciones más estrictas es parte del compromiso del Gobierno para garantizar condiciones laborales justas, protegiendo a los trabajadores de abusos y promoviendo una jornada laboral que respete la conciliación entre el trabajo y la vida personal.
Imagen: Business Insider