La energía eólica ha experimentado un notable crecimiento en España, posicionándose al mismo nivel que la solar. Sin embargo, las instalaciones eólicas marinas enfrentan importantes desafíos, y desde Iberdrola se considera que estos proyectos son inviables. El presidente de la compañía, Ignacio Sánchez Galán, ha señalado que el principal argumento en contra de la eólica marina en España son los altos costos asociados a su implementación.
Galán, durante la inauguración de un parque eólico marino en Francia, destacó que el suelo marino español presenta problemas significativos, como profundidades que pueden alcanzar hasta 1.000 metros y la falta de una plataforma continental adecuada. Esto lleva a la conclusión de que la solución podría estar en las costosas eólicas flotantes, aunque esta tecnología aún es incipiente y carece de suficiente experiencia a nivel global.
Además, el desarrollo de proyectos eólicos marinos en España ha enfrentado complicaciones burocráticas, lo que requiere una planificación detallada y convocatorias de subastas. Desde Iberdrola se ha afirmado que la eólica flotante es de tres a cuatro veces más cara, lo que representa un desafío para la competitividad a corto plazo. A pesar de estos obstáculos, la compañía continúa trabajando en el desarrollo de tecnología para mejorar los prototipos y avanzar con los proyectos.
Por otro lado, el Ministerio ha lanzado una regulación para las subastas eólicas marinas, enmarcada en la Hoja de Ruta para el desarrollo de la Eólica Marina y el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) 2023-2030. Esta normativa busca alcanzar entre 1GW y 3GW de energía eólica marina para 2030, definiendo 19 zonas de alto potencial en aguas españolas.
A pesar de los desafíos, España se mantiene como el quinto país con mayor capacidad eólica del mundo. Aunque las condiciones geográficas no son las mismas que en el Mar del Norte, el país sigue avanzando en el desarrollo tecnológico para una implementación comercial a gran escala.
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