Elon Musk ha reanudado su batalla legal contra OpenAI y su CEO, Sam Altman, tras retirar una demanda anterior en junio. Esta nueva demanda, presentada en un tribunal federal de California, alega que OpenAI ha priorizado las ganancias sobre el bien público, rompiendo así sus principios fundacionales de beneficiar a toda la humanidad.
Musk, quien invirtió decenas de millones en OpenAI, sostiene que la compañía se desvió de su misión original al crear una estructura de «beneficio limitado» en 2019. Esta decisión permitió a Microsoft invertir 13.000 millones de dólares en OpenAI, integrando su tecnología en productos como Microsoft 365 y Windows.
El texto de la demanda, que abarca 81 páginas, describe la situación como un conflicto entre altruismo y codicia. Musk argumenta que Altman y otros engañaron intencionalmente a los inversores, aprovechándose de su preocupación por los peligros de la inteligencia artificial.
El desacuerdo entre Musk y Altman se remonta a intentos de colaboración entre OpenAI y Tesla para abordar problemas de financiación. Mientras OpenAI afirma que Musk buscaba controlar la compañía, Musk sostiene que la idea era asegurar que OpenAI permaneciera alineada con su misión.
Con esta nueva demanda, Musk busca anular el acuerdo entre OpenAI y Microsoft, lo que podría tener repercusiones significativas para la compañía de Redmond, que depende de los modelos de lenguaje de OpenAI para varios de sus servicios. La situación es incierta, ya que Musk ha retirado demandas anteriormente antes de que se resolvieran en los tribunales.
En resumen, la disputa entre Musk y OpenAI refleja tensiones en el desarrollo de la inteligencia artificial y su impacto en el futuro de la tecnología y los negocios.
Imagen: Steve Jurvetson | Village Global