La celebración de la prueba del triatlón femenino en los Juegos Olímpicos de París 2024 se ha visto marcada por un desastre organizativo y numerosas irregularidades. Las atletas españolas, Anna Godoy y Miriam Casillas, expresaron su frustración tras no lograr medallas y sufrir condiciones adversas durante la competición.
Godoy, quien finalizó en la 17ª posición, comentó en Radio Marca que la Federación Internacional de Triatlón no tomó en serio la situación, mencionando que hubo una salida nula que no se repitió. Casillas, por su parte, coincidió en que la falta de sanciones a quienes cometieron infracciones perjudicó a los competidores que siguieron las reglas.
Ambas atletas criticaron la falta de consideración de los organizadores hacia la salud de los deportistas. Casillas afirmó que se priorizó la imagen del evento en el Sena sobre el bienestar de las atletas. La preocupación por la calidad del agua y la contaminación del río también fue un tema recurrente, con rumores de que los organizadores podrían obligar a los atletas a nadar en condiciones peligrosas.
La situación ha generado un clima de tensión entre el Comité Organizador y las federaciones, ya que algunos priorizan la salud de los deportistas mientras que otros parecen más interesados en mantener el espectáculo. Casillas, quien también es médico, advirtió sobre los riesgos de salud que enfrentan los atletas, mencionando que en otras competiciones ha habido casos de gastroenteritis y otros problemas de salud graves.
En resumen, el triatlón femenino en París 2024 ha sido un claro ejemplo de cómo la mala organización y la falta de atención a la salud de los atletas pueden arruinar un evento deportivo de gran envergadura. Las críticas de Godoy y Casillas resaltan la necesidad de un cambio en la forma en que se gestionan estos eventos, priorizando siempre la seguridad y el bienestar de los competidores.
Imagen: EFE
