El primer vuelo tripulado de la nave espacial Starliner de Boeing, que debía durar unos 10 días, ha superado los 50 días sin una fecha de retorno definida para los astronautas Butch Wilmore y Suni Williams. La nave sufrió múltiples problemas antes de acoplarse a la Estación Espacial Internacional, incluyendo cinco fugas de helio y el fallo de varios propulsores. Aunque lograron atracar al segundo intento, los ingenieros de Boeing y la NASA continúan realizando pruebas para asegurar un reingreso seguro.
Una prueba crucial está programada para este fin de semana: el encendido estático de los 27 propulsores que aún funcionan. Se abrirán las válvulas del sistema de helio y se dispararán pequeños pulsos para verificar su funcionamiento antes de la maniobra de desacople. Recientes pruebas en las instalaciones de Boeing en White Sands, Nuevo México, revelaron que el vapor de dióxido de nitrógeno deformó una válvula, restringiendo el flujo de propelente.
La NASA ha previsto un plan B en caso de que la situación empeore. La próxima nave Crew Dragon de SpaceX podría subir a la Estación Espacial Internacional con dos asientos libres y trajes extra para rescatar a los astronautas. El primer vuelo operacional de la Starliner está previsto para 2025, con tres astronautas a bordo. Los ingenieros están evaluando opciones para evitar la degradación de las válvulas, como volar en un perfil diferente o agregar protección térmica adicional.
Imagen: NASA