Los recientes incidentes entre orcas y embarcaciones de recreo frente a las costas de la península Ibérica podrían deberse a un curioso efecto mariposa. Según un informe de la Comisión Ballenera Internacional, la recuperación de las poblaciones de atún rojo (Thunnus thynnus) podría estar detrás de este comportamiento. Las orcas, conocidas como Gladis, han protagonizado numerosos incidentes desde 2020, algunos de los cuales han resultado en embarcaciones hundidas.
La hipótesis sugiere que las restricciones en la captura del atún rojo han permitido la recuperación de esta especie, una presa habitual de las orcas. Con más atunes disponibles, las orcas dedican menos tiempo a buscar comida y más tiempo a explorar y jugar. Este comportamiento exploratorio, especialmente entre los ejemplares jóvenes, podría explicar los incidentes con las embarcaciones.
Hablar de “ataques” podría ser inexacto, ya que estos incidentes parecen ser resultado de la curiosidad y el juego de las orcas, más que de una agresión intencionada. Naomi Rose, coautora del informe, explica que se trata de un “juego peligroso”. Las orcas, al igual que los humanos, tienen comportamientos sociales repetidos y modas, como lanzar marsopas jóvenes o llevar salmones muertos “por sombrero”.
Imagen: Renauddestephanis, CC BY-SA 4.0