La fiebre del oro del siglo XXI se centra en las tierras raras, elementos cruciales para la tecnología. China, líder en su explotación, ha puesto su mirada en el Himalaya, donde geólogos han identificado una vasta reserva potencial. Este hallazgo podría reforzar la hegemonía china en el sector.
En 2017, un estudio de Science China Earth Science ya señalaba el potencial minero del Himalaya. Sin embargo, la localización precisa de estos depósitos es un desafío debido a la extensión y la remota ubicación de la región. Además, la disputa territorial entre China e India añade una complejidad geopolítica.
La inteligencia artificial (IA) se ha convertido en una aliada clave para China. Herramientas desarrolladas por geólogos chinos, con una precisión del 96%, están siendo utilizadas para identificar depósitos de tierras raras en la meseta tibetana. Esta tecnología podría proporcionar una ventaja estratégica significativa.
China controla entre el 50 y 60% del mercado minero de tierras raras y el 90% del procesamiento intermedio. Sin embargo, su posición dominante ha disminuido, lo que ha llevado a otros países como Turquía, Japón, Europa y EEUU a buscar estos recursos esenciales para la tecnología emergente y la transición verde.
Imagen: Rohit Tandon