Un terremoto catastrófico y un tsunami son inevitables en la costa del noroeste del Pacífico, según los científicos. La falla de 700 millas llamada zona de Subducción de Cascadia podría desencadenar un terremoto de magnitud 9,0 seguido de un tsunami, similar al ocurrido en Japón en 2011. Nuevas imágenes de la falla confirman que está segmentada en 3 a 5 partes, cada una con su propia geología. El segmento frente a la costa de Washington tiene el mayor potencial de causar un desastre. La infraestructura construida antes de 2005 no está preparada para resistir un terremoto de esta magnitud, y las normas de construcción para tsunamis no se implementaron hasta 2016.
Los edificios de ladrillo y mampostería son especialmente vulnerables, y las estructuras de madera no soportarían las fuerzas del tsunami. Los megaterremotos y tsunamis en esta región ocurren cada 500 años en promedio, y se espera que el próximo ocurra en los próximos 200 años o menos. Adaptar las comunidades costará miles de millones de dólares, pero es un esfuerzo necesario para proteger a la población. Las estructuras verticales de evacuación son vitales para salvar vidas, pero actualmente solo hay tres en el noroeste del Pacífico, y se necesitan al menos 50 en Washington.
El Centro de Ciencias Marinas de Oregón es un ejemplo de una estructura diseñada para sobrevivir a un terremoto de magnitud 9,0+ y al tsunami resultante. La inversión en códigos de construcción, alerta temprana y zonas de evacuación es crucial para mitigar el impacto de este desastre inevitable. Sin embargo, la disposición a invertir en estas medidas es incierta, ya que el evento podría no ocurrir en los próximos 200 años.
Imagen: CNN
