El jetlag es un problema temporal del sueño que afecta a quienes atraviesan rápidamente varios husos horarios. Este trastorno, también conocido como disritmia circadiana, provoca fatiga, malestar, dificultad para mantenerse alerta y problemas estomacales. La razón detrás de este fenómeno radica en nuestro ritmo circadiano, un reloj biológico que regula nuestros ciclos de sueño y vigilia.
Cuando viajamos a través de husos horarios, nuestro cuerpo se desincroniza, ya que los ritmos circadianos están diseñados para sincronizarse con el huso horario en el que vivimos. Estudios han demostrado que es más fácil alargar el ciclo circadiano (acostarse más tarde) que recortarlo (acostarse más temprano). Por ello, viajar hacia el este, que implica adelantar nuestro horario, resulta más difícil que viajar hacia el oeste.
Para mitigar los efectos del jetlag, se recomienda exponerse a la luz de forma estratégica, adoptar los horarios del destino con antelación, seguir un régimen de sueño riguroso y usar melatonina. Estas técnicas pueden ayudar a una sincronización más rápida y efectiva.
Imagen: Joyce Romero