Las infecciones de transmisión sexual (ITS) han aumentado en España durante los últimos veinte años, afectando especialmente a los jóvenes, quienes representan más del 10% de los contagios. Estas infecciones, causadas por bacterias, virus, hongos, parásitos y protozoos, se transmiten a través de relaciones sexuales. En muchos casos, las ITS no presentan síntomas evidentes, lo que facilita su propagación. Sin tratamiento, pueden derivar en complicaciones graves como esterilidad, embarazo extrauterino o cáncer genital.
Ante la sospecha de una ITS o tras prácticas sexuales de riesgo, es crucial acudir a un centro de salud para una revisión. Los síntomas varían según la infección y el género. En hombres, pueden incluir secreciones, llagas, ronchas, dolor en los testículos, escozor y dolor al orinar o defecar. En mujeres, los síntomas pueden ser flujo vaginal anormal, llagas, inflamación de ganglios, dolor pélvico, escozor, ardor al orinar, sangrado anormal y dolor durante las relaciones sexuales.
La clamidia es la ITS más común en España, con 26.518 casos registrados en 2022. Afecta principalmente a mujeres jóvenes de 20 a 24 años. Aunque suele ser asintomática, puede causar complicaciones como esterilidad y enfermedades inflamatorias. La gonorrea, con 23.222 casos, también es prevalente entre adolescentes y jóvenes adultos. Puede causar esterilidad y afectar otros órganos. La sífilis, con 8.141 casos, es más frecuente en hombres y puede transmitirse al feto durante el embarazo, causando graves complicaciones.