El auge de los centros de datos: el motor invisible de la inteligencia artificial

Hoy en día, los centros de datos están en plena expansión y se han convertido en el motor físico de internet. Estos edificios sin ventanas están creciendo en tamaño y capacidad, consumiendo cada vez más electricidad. Mientras que antes un centro de datos típico consumía 10 megavatios, ahora se construyen centros que consumen hasta 100 megavatios. En 2022, la capacidad global de los centros de datos alcanzó los 10,1 zettabytes, y se espera que esta cifra se duplique para 2027 debido al auge de la inteligencia artificial.

El 65% de la capacidad de los centros de datos mundiales está en manos de Amazon, Google y Microsoft. Estas empresas están compitiendo para controlar el mercado, ofreciendo servicios de computación en la nube que son esenciales para otras empresas. La computación en la nube y la inteligencia artificial son los principales impulsores de la creación de centros de datos hiperescalables. Las startups de IA dependen de estos gigantes tecnológicos para acceder a los grandes modelos lingüísticos necesarios para entrenar y ejecutar la IA generativa.

El control de los centros de datos por parte de estas grandes empresas plantea preocupaciones sobre el monopolio y el bloqueo. Cambiar de un ecosistema de datos a otro es complicado y costoso, lo que dificulta la competencia. Los reguladores están atentos a estas prácticas anticompetitivas, y en Europa se están tomando medidas más agresivas para regular la computación en la nube.

A pesar de estos desafíos, la competencia entre Amazon, Google y Microsoft sigue beneficiando a las startups y a la innovación. Sin embargo, los economistas advierten que, a largo plazo, las startups de IA podrían perder frente a los gigantes tecnológicos que controlan los centros de datos. La colaboración entre estas grandes empresas también es motivo de preocupación, ya que puede llevar a comportamientos anticompetitivos.

Para evitar que las grandes tecnológicas utilicen los centros de datos para frenar la innovación, los investigadores sugieren fomentar asociaciones más amistosas con las startups y promover proyectos de código abierto. La Comisión Federal de Comercio de Estados Unidos (FTC) está vigilando de cerca las inversiones en IA de estas empresas, lo que podría llevar a una regulación más estricta en el futuro.

Imagen: Business Insider

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