Elon Musk, CEO de Tesla, se enfrenta a una nueva demanda presentada por el accionista Michael Perry en un tribunal de Delaware. Perry acusa a Musk de utilizar información privilegiada para vender acciones valoradas en 7.500 millones de dólares antes de la presentación de malos resultados de ventas del cuarto trimestre de 2022. La demanda alega que Musk faltó a su deber fiduciario al vender 45 millones de acciones antes de que la cotización de Tesla cayera un 55% tras la presentación de resultados el 3 de enero de 2023.
Además, Perry extiende su demanda a la junta directiva de Tesla, acusándola de dejación de funciones y de permitir que Musk operara con impunidad en contra de los intereses de los accionistas. La normativa de la Comisión de Bolsa y Valores (SEC) de EE.UU. prevé mecanismos para evitar el uso de información privilegiada, pero la demanda sostiene que Tesla no los activó adecuadamente.
El caso se basa en el hecho de que Musk tenía acceso a información en tiempo real sobre las ventas de Tesla y vendió sus acciones antes de que esta información se hiciera pública, afectando negativamente el precio de las acciones. Perry reclama que Musk devuelva a la compañía los 3.000 millones de dólares obtenidos de beneficio en esa operación.