Tras dos años de dificultades, el sector olivarero en España finalmente ve la luz al final del túnel. Los olivos han superado con éxito la floración, uno de los momentos más críticos del año, lo que augura una buena cosecha de aceite. Según la Sociedad Científica de Enciclopedistas del Olivo (E4), la producción mundial de aceite de oliva volverá a su media histórica en 2024/2025, lo que indica que la crisis del aceite está cerca de su fin.
La floración del olivo en España y en la cuenca mediterránea suele ocurrir entre mayo y junio, cuando las temperaturas medias diarias rondan los 18 grados. Es crucial que durante este periodo no haya heladas ni calor intenso, ya que pueden dañar las flores. Este año, el sector ha esquivado estos problemas, aunque aún se necesita que las precipitaciones continúen acompañando para asegurar una buena recolección.
En el ámbito internacional, las perspectivas también son positivas. Según un estudio coordinado por Dimitra Aliefs, se espera una producción de 3,2 millones de toneladas de aceite de oliva en la próxima campaña. Excepto Italia y algunos países del norte de África, los grandes productores mundiales mejoran sus previsiones, lo que podría llevar a una reducción de los precios del aceite de oliva.
Las estimaciones sugieren que los precios mayoristas podrían acercarse a los 5 euros por kilo en enero de 2025. Aunque estas son solo estimaciones, son cruciales para un sector que ha sufrido pérdidas millonarias en los últimos años. En los próximos meses, se definirá el futuro del olivar mediterráneo, con muchos actores en juego.
Imagen: Boxley