La red social X, anteriormente conocida como Twitter, ha actualizado sus políticas para permitir contenido pornográfico y sexualmente explícito en su plataforma, con algunas restricciones. Hasta ahora, este tipo de contenido en Twitter y X ha sido habitual y nunca ha supuesto un problema para la empresa, pero ahora está contemplado y regulado.
Este cambio posiciona a X como una de las pocas grandes redes que acepta abiertamente la pornografía, en contraste con rivales como Instagram, TikTok o Facebook. Este paso puede atraer a creadores de contenido para adultos y convertirse en una nueva fuente de ingresos para X, pero también genera preocupación sobre la deriva de la plataforma y sobre la exposición de menores a material inapropiado.
Las nuevas reglas permiten a los usuarios publicar «desnudos o comportamientos sexuales producidos y distribuidos de manera consensuada». Este contenido debe etiquetarse correctamente y no puede mostrarse en lugares como las fotos de perfil o las de cabecera. X bloqueará este tipo de publicaciones para cuentas de menores de 18 años y para los adultos que elijan activamente no verlo. No se permite contenido que promueva la explotación sexual, la falta de consentimiento o la sexualización de menores de edad.
Formalizar estas políticas de contenido busca equilibrar la «libertad de expresión sexual» con la protección de quienes no desean ver porno en X en general y a los menores de edad en particular. Plataformas conocidas por permitir el contenido para adultos, como Tumblr, o dedicadas específicamente a ello, como Onlyfans, han tenido dificultades para gestionar este tipo de comunidades. Los reguladores presionan para evitar que los niños puedan acceder a este tipo de material al usar las redes.
El abrazo abierto de la pornografía por parte de X bajo Elon Musk es otro movimiento controvertido que busca distinguir a la plataforma de sus rivales. Puede atraer nuevos creadores y nuevos consumidores, pero también más escrutinio regulatorio. Ahora queda ver su capacidad para hacer respetar sus políticas.
Imagen: Xataka con Midjourney
