La Generación Z, a pesar de enfrentarse a altos costos de vivienda y alquiler, tiene un panorama laboral más favorable que los millenials. Aunque se les acusa de ser vagos, la realidad es que tienen diferentes motivaciones y son conscientes de que el trabajo ya no garantiza estabilidad financiera. En comparación, los millenials se graduaron en plena crisis económica de 2008, enfrentándose a un desempleo masivo.
En 2023, el desempleo en España registró una bajada anual de 130.197 personas, alcanzando la cifra más baja desde 2007. La tasa de paro juvenil en 2022 fue del 29,8%, pero en el primer trimestre de 2024, esta cifra descendió al 21,17%. Aunque sigue siendo alta, es significativamente menor que la tasa de desempleo juvenil que enfrentaron los millenials, que llegó al 50% durante la crisis.
El 55% de los titulados universitarios de 2018 ya tenía trabajo un año después de graduarse, una cifra superior a la de los millenials al finalizar la crisis financiera. En Estados Unidos, la Generación Z también disfruta de uno de los mercados laborales más fuertes de la historia, con una tasa de desempleo juvenil del 7,9% en 2022, la más baja desde 1953. Sin embargo, la inflación sigue siendo un desafío importante para esta generación.
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