The Line es uno de los proyectos más ambiciosos de Arabia Saudita, pero enfrenta serios desafíos. Recientemente, se ha ordenado detener la construcción de la planta desaladora de agua, crucial para abastecer a la megaciudad. Esta planta, con un coste estimado entre 1.500 y 2.000 millones de dólares, iba a suministrar el 30% del agua necesaria para la ciudad.
La megaciudad lineal, que se extendería a lo largo de 170 km en el desierto, ha visto reducidas sus expectativas. Inicialmente planeada para albergar a 1,5 millones de personas, ahora solo se espera que acoja a 300.000 habitantes en una extensión de 2,7 km para 2030. Este recorte se debe al mal rendimiento financiero del fondo de inversión saudí, que ha obligado a ajustar las previsiones de beneficios y, en consecuencia, la escala del proyecto.
La planta desaladora iba a ser instalada en la ciudad industrial flotante de Oxagon y funcionaría con energía renovable. Sin embargo, los responsables del proyecto han decidido descontinuar el acuerdo de desarrollo conjunto, argumentando que los recursos directos disponibles en la zona serán suficientes para abastecer a la población reducida.
A pesar de estos recortes, el comunicado oficial no descarta la posibilidad de retomar la construcción de la planta desaladora en el futuro, si el proyecto se expande más allá de 2030.
Imagen: NEOM
