Las herramientas de inteligencia artificial están revolucionando la creación musical. Aplicaciones como Suno AI y Udio permiten generar canciones a partir de descripciones en texto, sin necesidad de conocimientos musicales. Estas herramientas son cada vez más populares, pero también generan controversia.
Las grandes discográficas, como Sony Music, han expresado su preocupación por el uso de material protegido por derechos de autor para entrenar estos modelos de IA. Sony ha enviado comunicados a más de 700 compañías tecnológicas, advirtiendo sobre el “uso no autorizado” de su contenido. La discográfica argumenta que esto niega a los artistas el control y la compensación de su trabajo.
El problema radica en que muchas de estas herramientas de IA están entrenadas con material protegido por derechos de autor. Aunque las compañías no son claras sobre sus métodos de entrenamiento, la preocupación de las discográficas es evidente. En Reino Unido, por ejemplo, existe una ley que prohíbe el uso de contenido protegido para entrenar modelos de IA con fines comerciales, pero demostrar la infracción es complicado.
A pesar de las controversias, la inversión en estas tecnologías sigue creciendo. Suno AI, por ejemplo, ha conseguido una ronda de financiación de 125 millones de dólares, una de las más altas en la industria tecnológica musical. Este crecimiento indica que la inteligencia artificial en la música no solo es una moda pasajera, sino una tendencia con un futuro prometedor.
En resumen, la música generada por IA está en auge, ofreciendo nuevas posibilidades creativas. Sin embargo, también plantea desafíos legales y éticos que la industria musical deberá abordar. Con el tiempo, es probable que veamos regulaciones más estrictas y un mayor entendimiento de estas tecnologías.
Imagen: James Stamler
