En el mundo empresarial, algunas compañías han adoptado prácticas cuestionables para gestionar sus plantillas. Un ejemplo claro es la sobrecontratación de Meta durante la pandemia. La empresa contrataba a los mejores ingenieros no para trabajar en proyectos, sino para evitar que se fueran a la competencia. Esta estrategia también permitía que los cargos intermedios ascendieran, sin importar la validez de los nuevos empleados. Una vez cumplido el objetivo, muchos de estos empleados fueron despedidos.
Amazon también ha sido señalada por prácticas similares. Según una investigación de Business Insider, la empresa contrataba a personas con la intención de despedirlas posteriormente. Esta táctica, conocida como “contratar para despedir”, permitía a los gerentes cumplir con los objetivos de rotación interna (URA) exigidos por los directivos. Los nuevos empleados eran incluidos en programas de mejora de rendimiento con objetivos poco realistas, lo que facilitaba su despido en las rondas de recortes de personal.
Estas prácticas explican la alta rotación de empleados en las compañías tecnológicas y las numerosas rondas de despidos que han tenido lugar en los últimos años. A pesar de las negativas de Amazon sobre el conocimiento de estas tácticas, la evidencia sugiere que parte de su directiva actual era consciente de estas prácticas. La rotación de plantilla y las grandes rondas de despidos han sido una constante, mientras que las empresas continuaban contratando nuevos empleados.
Imagen: Wikimedia Commons (JD Lasica)