El año 2023 ha sido testigo de la masificación de la IA generativa, con tecnológicas consolidando sus apuestas en torno a ella. Existen dos estrategias principales: potenciar dispositivos con IA local y ofrecer servicios en la nube. La IA generativa en local aumenta la privacidad y reduce la dependencia de una buena conectividad, mientras que la que se procesa en la nube depende de la conexión a Internet y supone un ancho de banda que el proveedor debe pagar.
En cuanto a la IA generativa en local, Google ha lanzado Gemini Nano, un modelo pensado para tareas básicas en smartphones, mejorando la experiencia del usuario sin depender de la conectividad. Apple también ha mostrado señales de un enfoque local para evitar dejar toda la carga de procesos en sus servidores. Sin embargo, estos modelos requieren conocimiento técnico y hardware adecuado para su instalación y configuración.
Por otro lado, la IA generativa en la nube permite realizar tareas complejas y lograr resultados rápidos en cualquier dispositivo, incluso en smartphones antiguos. Google ofrece Gemini Pro y Ultra, que procesan en sus propios servidores, y también busca vender suscripciones a servicios como Gemini Advanced. Apple, por su parte, está preparando servidores propios y alianzas con terceros. OpenAI, Anthropic y Meta confían en la nube para hacer más atractivas sus suscripciones y aplicaciones. Microsoft, en cambio, centra su estrategia en su nube Azure para revitalizar productos tradicionales.
En resumen, tanto el enfoque local como el enfoque en la nube tienen su lugar en el desarrollo de la IA generativa, cada uno con sus ventajas y desafíos. La elección dependerá de las necesidades y objetivos de cada empresa y usuario.
Imagen: Xataka con Midjourney