El papel de las autocaravanas en Canarias es peculiar, ya que han pasado de ser una alternativa asequible para vivir a convertirse en un negocio de alquiler vacacional. En Arona, Tenerife, se han identificado casos de autocaravanas utilizadas para este fin e incluso para la prostitución.
El número de caravanas en la isla es lo suficientemente alto como para que el Cabildo de Tenerife esté preparando una ordenanza específica para regular su uso y estacionamiento.
Algunos municipios, como Granadilla de Abona y Arona, han tomado medidas para regular o buscar soluciones alternativas a la proliferación de caravanas. Incluso Puerto de la Cruz ha señalizado aparcamientos para ellas.
La falta de vivienda asequible también ha llevado a la proliferación de caravanas en Ibiza, lo que ha llevado a las autoridades locales a intervenir.