En Milán, la gentrificación ha llevado a un aumento en el turismo internacional, lo que ha generado molestias para los residentes debido al ruido nocturno. Para abordar este problema, la administración de la ciudad está considerando prohibir la venta de alimentos después de la medianoche en doce de los distritos más visitados. El objetivo es encontrar un equilibrio entre la sociabilidad y la tranquilidad de los residentes. Esta medida afectaría tanto a los restaurantes como a los vendedores ambulantes, y se espera que entre en vigor después de un período de observación y discusión.
Imagen: Directo al Paladar