El consumo de drogas como el cannabis, los opiáceos y la cocaína ha aumentado en los últimos años, lo que ha llevado a un incremento en el cultivo de coca, cannabis y adormidera. Este fenómeno, conocido como ‘narcodeforestación’, está causando graves daños medioambientales, como la deforestación, la contaminación del suelo y del agua, y la pérdida de biodiversidad. Además, las comunidades locales donde se cultivan estas drogas sufren violaciones de derechos humanos y otras actividades ilícitas relacionadas con el narcotráfico. La lucha contra el narcotráfico también tiene un impacto negativo en el medioambiente, ya que los métodos utilizados para erradicar los cultivos ilegales a menudo son dañinos para el entorno. Es necesario tomar medidas urgentes para combatir esta amenaza y buscar un equilibrio entre la lucha contra el narcotráfico y la protección del medioambiente.
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