Tesla ha optado por despedir a sus empleados como medida para reducir costos y enfrentar la disminución de ventas que está experimentando en todo el mundo. Después de los despidos en su gigafactoría en Austin, Elon Musk ha centrado su atención en el departamento de supercargadores, prescindiendo de 500 empleados y algunos directivos clave. Sin embargo, no se descarta que deba volver a contratarlos, ya que esto no es algo nuevo para Tesla.
La semana pasada, Tesla anunció los primeros despidos como parte de su plan de reducción de costos, con el objetivo de eliminar hasta el 10% de su plantilla a nivel mundial. Según informes, la cifra de despidos podría llegar incluso al 20%. Entre los despedidos se encuentran altos cargos como la directora senior de carga de vehículos eléctricos y el jefe del programa de vehículos nuevos.
Elon Musk ha aplicado un enfoque estricto en los recortes de personal, despidiendo a aquellos que trabajan bajo ejecutivos que no cumplen con los criterios de excelencia, necesidad y confiabilidad. Sin embargo, este método puede resultar poco eficiente a largo plazo, como se demostró en el caso de Twitter, donde Musk tuvo que volver a contratar a algunos empleados despedidos.
Algunos medios sugieren que estos despidos en el departamento de supercargadores podrían ser más una estrategia de visibilidad ante el consejo de administración y los inversores, por lo que no se descarta que sean reversibles a corto plazo. A pesar de esto, Elon Musk ha asegurado que la compañía seguirá expandiendo la red de supercargadores, aunque a un ritmo más lento.
El frenazo en el desarrollo de la infraestructura de carga de Tesla podría afectar negativamente a la compañía, ya que ha recibido una gran cantidad de subvenciones para este fin. Además, los inversores han reaccionado positivamente a los recortes de gastos laborales impulsados por Musk, lo que ha llevado a un aumento en el valor de las acciones.
En resumen, Elon Musk ha despedido al equipo de supercargadores de Tesla como parte de los recortes de gastos de la compañía. Aunque se espera que algunos de estos empleados sean recontratados en el futuro, esta medida ha sido bien recibida por los inversores. Sin embargo, el impacto a largo plazo de estos despidos y la paralización del desarrollo de la infraestructura de carga aún están por verse.