Los deberes escolares han sido objeto de debate durante mucho tiempo, y un nuevo estudio realizado por investigadores australianos y canadienses ha encontrado evidencia de que pueden tener un impacto negativo en el aprendizaje de los niños. El estudio se centró en las tareas de matemáticas y descubrió que los ejercicios complejos y difíciles pueden hacer que los estudiantes se acuesten tarde y afecten el tiempo dedicado a la familia. Además, los deberes pueden generar sentimientos de frustración e ineptitud en los estudiantes y los padres.
El estudio se realizó encuestando a ocho familias en Canadá, cuyos hijos estaban en tercer grado. Los investigadores encontraron que cuando los deberes eran demasiado difíciles para que los estudiantes los completaran por sí mismos, incluso con ayuda de los padres, generaban asociaciones negativas con las matemáticas y la educación en general. Además, la sensación de impotencia y la falta de confianza en uno mismo pueden llevar a los estudiantes a odiar las matemáticas y desanimarse a seguir carreras en ciencia y tecnología.
El estudio sugiere que es necesario replantear la práctica de asignar deberes escolares, especialmente en el contexto de la educación en la era de la inteligencia artificial. Aunque los deberes se han defendido como una forma de desarrollar habilidades de organización y disciplina, este estudio muestra que pueden tener efectos negativos en el bienestar y el aprendizaje de los niños. Es importante encontrar nuevas formas de fomentar el aprendizaje y el desarrollo de los estudiantes sin causarles estrés y frustración innecesarios.
Imagen: Andrea Piacquadio
