La ministra de Igualdad, Ana Redondo, ha reafirmado su postura abolicionista en relación a la prostitución y la trata. El Gobierno ha anunciado la aprobación de un anteproyecto de ley de trata para abordar este delito. Además, se propone penalizar las tercerías locativas y perseguir a los dueños de los locales donde se ejerce la prostitución. Sin embargo, esta postura no cuenta con consenso, ya que algunos partidos y asociaciones consideran que el abolicionismo no es la vía adecuada para abordar la prostitución y la trata. Existen diferentes modelos de abordaje, como el nórdico, el reglamentarismo o el pro-derechos. La socióloga Estefanía Acién destaca el modelo de Nueva Zelanda, que despenaliza la prostitución y pone en el centro los derechos de las trabajadoras sexuales. Por otro lado, las trabajadoras sexuales reclaman ser escuchadas y consideradas en este debate, ya que no todas son víctimas de explotación sexual. El movimiento feminista se encuentra dividido en esta cuestión, lo que indica que el debate aún está lejos de resolverse.
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