La polémica sobre Christian Horner en Red Bull parece ser más una lucha interna de poder que un asunto de comportamiento inapropiado. El padre de Max Verstappen pide públicamente la marcha de Horner, mientras que Helmut Marko también tiene cuentas pendientes con él. Tras la muerte de Dietrich Mateschitz, parece haberse desatado una guerra por el liderazgo del equipo. Horner fue exonerado de responsabilidad, pero se filtraron mensajes de WhatsApp para dañar su reputación. Jos Verstappen y Helmut Marko también han desautorizado públicamente a Horner en el pasado. Parece que hay una cacería fabricada para descabalgar a Horner como líder del equipo. Sin embargo, esta estrategia podría fortalecer su posición, ya que la gente interpreta la situación como una cacería injusta. Además, los Verstappen podrían estar sobrevalorando su poder dentro de Red Bull y podrían enfrentar consecuencias negativas en el futuro. En la cúpula de los equipos, hay tiempo libre para ambiciones y venganzas, lo que ha llevado a esta lucha interna de poder. Horner ha mostrado su apoyo a través de su esposa Geri Halliwell y del verdadero dueño de Red Bull, Chalerm Yoovidhya. El futuro de Horner es incierto, pero su habilidad y sagacidad han llevado a Red Bull a cotas insospechadas. Max Verstappen debería recordar que no está por encima del equipo y que su éxito también podría haber sido logrado por otros pilotos. La historia nos enseña que estas luchas internas pueden llevar a daños deportivos y reputacionales.
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