Un nuevo estudio revela que el deshielo ártico podría afectar al clima europeo, provocando veranos más cálidos y secos. El agua dulce proveniente de los glaciares y casquetes polares del Ártico se mezcla con el océano Atlántico norte, alterando la salinidad y temperatura del agua y afectando las corrientes oceánicas y el clima atmosférico. Este fenómeno podría tener un efecto retroalimentativo, ya que el aumento de la temperatura provoca más deshielo y liberación de agua dulce. Los investigadores creen que este descubrimiento podría ser una herramienta para predecir el clima europeo con meses o incluso años de anticipación. Además, el descenso de la salinidad oceánica en invierno causa cambios en la circulación de la corriente del Atlántico norte, lo que resulta en un clima más cálido y seco en Europa durante el verano. Estos hallazgos se suman a los cambios climáticos asociados al efecto invernadero y al cambio climático, que se espera que aumenten las temperaturas y reduzcan las precipitaciones en Europa, lo que podría llevar a sequías más frecuentes durante los meses de verano. España ya ha experimentado una serie de veranos más cálidos y secos de lo habitual, y se desconoce dónde está el equilibrio climático. Este estudio destaca la importancia de comprender y abordar los efectos del deshielo ártico en el clima global.
Imagen: USGS