El Cabildo de Tenerife tiene previsto declarar emergencia hídrica antes de que acabe la semana debido a la sequía extrema que afecta a la isla. Las precipitaciones han disminuido entre un 15% y un 40%, mientras que la evaporación ha aumentado entre un 10% y un 25%. Además, la demanda agraria ha incrementado los aportes de agua para cultivos entre un 15% y un 30%. Las reservas de agua se han reducido un 30% en el último año. La isla cuenta con balsas y cauces subterráneos, así como centrales de desalado, para hacer frente a la escasez de agua. Sin embargo, el consumo energético de estas centrales limita su rendimiento. El Cabildo también implementará medidas para evitar pérdidas en la red y campañas informativas sobre el ahorro de agua.
Imagen: Christian Buehner