España, como segundo productor de vehículos en Europa, tiene la oportunidad de posicionarse como fabricante de baterías para vehículos eléctricos. Según un estudio realizado por la Plataforma Tecnológica Española de Automoción y Movilidad, España cuenta con todos los elementos para convertirse en un hub de movilidad. Sin embargo, se necesita una estrategia que incentive la tecnología y cree un contexto económico, político y social estable. Además, es necesario mantener el ritmo de las inversiones y facilitar las burocracias para que España esté presente en todas las fases de la cadena de valor de la producción de los nuevos modelos de vehículos. Europa tiene una dependencia tecnológica en el tema de materias primas para el desarrollo de componentes para los vehículos eléctricos, por lo que es necesario aprovechar al máximo las materias primas disponibles y desarrollar medidas de reciclaje. Otro reto tecnológico que enfrenta la industria española es el sistema de generación de energía eléctrica embarcada con hidrógeno y los vehículos de pila de combustible. Para ello, es necesario fomentar la I+D+i y desarrollar las capacidades de la industria española. También se requiere un impulso al despliegue de la red de hidrolineras y la promoción de proyectos piloto de vehículos demostradores.
Imagen: F. P.
