En el siglo XVI, un misionero cristiano se embarcó en un viaje para contactar con tribus desconocidas y enseñarles la palabra de Dios. En 2018, un joven evangélico llamado John Allen Chau intentó lo mismo en las islas Sentinel, pero fue asesinado por los sentineleses. Estas tribus aisladas han vivido en el archipiélago de Andamán durante miles de años, manteniendo sus costumbres y rechazando cualquier contacto con el mundo exterior. Aunque existen tribus no contactadas en pleno siglo XXI, como las del Amazonas o Nueva Guinea, los sentineleses son conocidos por su agresividad y su remota ubicación. A pesar de las advertencias y la prohibición de acercarse a la isla, Chau decidió ignorar los riesgos y fue abatido por los nativos. Este trágico incidente pone de manifiesto la importancia de respetar la autonomía y la cultura de estas tribus aisladas.