En los últimos meses, la presencia de polvo sahariano en España ha aumentado significativamente, generando problemas de salud y afectando la calidad del aire. Investigaciones recientes confirman que la frecuencia e intensidad de la calima han aumentado en los últimos años. El polvo en suspensión puede causar problemas respiratorios y agravar enfermedades cardiovasculares. Además, se ha observado un aumento en los ingresos hospitalarios y la mortalidad relacionada con la calima. Aunque no se puede hacer mucho para evitar la presencia del polvo sahariano, es importante mejorar los sistemas de monitorización y purificación del aire interior. Este fenómeno indica un cambio en la troposfera que requiere cambios significativos en nuestras prácticas culturales para proteger nuestra salud.
Imagen: Copernicus