Países Bajos ha implementado controles de velocidad en bicicletas eléctricas para asegurar el cumplimiento de las regulaciones europeas. Estas bicicletas no pueden acelerar por sí mismas y deben dejar de apoyar la pedalada a los 25 km/h. Además, el motor no puede superar los 250 W de potencia. Aunque las bicicletas eléctricas no requieren una ITV, la falta de inspección periódica ha llevado a la proliferación de bicicletas trucadas que exceden los límites permitidos. En Países Bajos, donde hay más bicicletas que personas, la policía ha comenzado a realizar controles para identificar bicicletas eléctricas trucadas. Se han instalado 247 bancos de potencia en todo el país para verificar la velocidad máxima y si la bicicleta puede acelerar por sí misma. Los infractores enfrentan multas de 290 euros y la posibilidad de confiscación de la bicicleta. Esta medida busca garantizar la seguridad y evitar que las bicicletas eléctricas se conviertan en motocicletas camufladas. Países Bajos, con su infraestructura ciclista y la popularidad de las fatbikes, es un lugar propicio para este tipo de controles. La implementación de estas medidas en otros países podría ayudar a garantizar el cumplimiento de las regulaciones y promover el uso seguro de las bicicletas eléctricas.
Imagen: Politie