Un empleado en Estados Unidos estuvo a punto de ser despedido por acusaciones de jugar videojuegos en su ordenador de trabajo e instalar software de terceros. Sin embargo, logró demostrar que la tarjeta gráfica proporcionada por el empleador no podía ejecutar el juego en cuestión. Este caso demuestra cómo un trabajador puede defenderse de acusaciones injustas y mantener su puesto de trabajo. La historia fue compartida por el abogado Erik Strobl, quien explicó cómo logró exculpar al empleado al demostrar que la tarjeta gráfica no era compatible con el juego. Aunque no se reveló el nombre del juego en cuestión, este caso destaca la importancia de recopilar pruebas sólidas para defenderse de acusaciones infundadas en el entorno laboral. Además, muestra cómo la tecnología puede ser utilizada a favor de los empleados en situaciones similares. En un mundo laboral en constante cambio, es fundamental que los trabajadores conozcan sus derechos y sepan cómo defenderse de acusaciones injustas para proteger su empleo y su reputación.
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